El Monje Que Vendio Su Ferrari

Título: El monje que vendió su ferrari

Autor@: Robin Sharma

Editorial: Debolsillo

Año de publicación: 1998

Género: Narrativa de autoayuda

Con la mera ubicación en narrativa de autoayuda, podemos hacernos una idea de lo que vamos a encontrar en este libro. Así pues, adelanto que a las personas que no les guste este tipo de narrativa se les hará pesado, pero por el contrario, aquellos que sí disfruten con la filosofía oriental y busquen cierta satisfacción personal, pues sí que les será gratificante esta lectura.

La historia que cuenta El monje que vendió su ferrari es la de Julián Mantle, un destacado y afamado abogado que creía tenerlo todo en la vida. Pero, un día, tras un infarto que lo puso al borde de la muerte, Julián Mantle tomó la decisión de despojarse de todas sus posesiones materiales y viajar para encontrarse a sí mismo. En dicho viaje, llegó hasta el Himalaya y conoció allí a los Sabios de Sivana, con quienes convivió durante varios años y con los que aprendió lo que en el libro se denomina las siete virtudes eternas de la vida esclarecida, es decir, el protagonista aprende a cultivar su yo y a trabajar su mente, con el único objetivo de conseguir el autocontrol necesario que facilita la vida libre. Libre en el sentido en el que tú eres el único capaz de dominar tus reacciones y determinaciones para continuar viviendo con la paz y la tranquilidad necesarias que te permitirán ser feliz.

Constantemente, los hombres nos preguntamos si somos capaces o no de ser feliz, si buscar la felicidad es una entelequia, una utopía que con el tiempo se nos va haciendo cada vez más lejana. El estrés, las prisas, las obligaciones, la conciencia...muy a menudo obstaculizan nuestras posibilidades, pero adquirir el control necesario para que todas ellas no se hagan más fuertes que tú es una adquisición que hoy día está poco valorada y que podría ser el hallazgo de nuestra vida, pues consiguiéndolo llegaríamos a la tan inalcanzable felicidad...o eso dicen.

La cuestión en esta novela, es no verla como novela porque la historia es simple: el abogado que se da cuenta de que la vida material no da la felicidad y que ha de buscarla en su mundo interior, una vida interior que sólo le descubren los monjes de Sivana; y una vez aleccionado o convertido...llámalo x, vuelve para transmitir la enseñanza a aquellos que él considera la necesitan, como es en este caso John, su antiguo ayudante, también abogado. El resto de la novela es un diálogo que a veces peca de monólogo, donde a modo de lección se transmiten esos consejos con los que supuestamente llegas a adquirir las enseñanzas fundamentales para la vida plena y sosegada.

Cierto es que, a pesar de ser un libro de autoayuda, es lo suficientemente divulgativo como para que no se haga pesado, aunque también es cierto que , por lo menos personalmente, se me ha reducido a simple, quizá porque las lecciones son demasiado directas como para que entre en juego una pequeña reflexión propia. Claro que si así fuera, sería más un libro filosófico que uno de autoayuda. Desde luego, la filosofía oriental es una disciplina más concisa precisamente para que el contenido redunde en nuestras cabezas sin que haya divagación, sólo esclarecimiento o claridad; pero disculpad que me resista a hablaros de este libro como un mensaje necesario para la vida, quizá porque esta teoría está ya en nuestras cabezas, la cuestión que va más allá es la de plantearse por qué no las cumplimos o por qué son tan necesarias; quizá sea una cuestión de gustos y yo prefiera otras divagaciones. Lo que sí está claro es que si algún día te sentiste frustrado porque la felicidad se te resiste, porque no eres capaz de controlar tus emociones o más bien tus reacciones, puede que en este libro encuentres algo que aún no has llegado a plantearte...posiblemente por falta de tiempo.

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