ELTON JOHN Y BRANDI CARLILE
WHO BELIEVES IN ANGELS?
EMI Records
Nota: 9.2
Comentario:
Había mucha expectación, como también dudas, acerca del nuevo trabajo de Elton John al alimón con una tal Brandi Carlile. ¿Iba a ser éste un nuevo proyecto olvidable como tantos otros en su carrera? Pues no, nada más lejos de la realidad. Tras oír Who believes in angels, no sólo se han disipado todas las reservas, sino que podemos afirmar que el de Pinner, Londres vuelve a alcanzar sus cotas más altas, tanto en lo creativo como en lo musical y lo vocal. Sus lágrimas derramadas por un trabajo bien hecho, por haber concebido, una vez más, canciones estimables, sólidas, emotivas y complejas. Y, por supuesto, su partenaire da sobradamente la talla. Pues, además de realizar un trabajo vocal encomiable, alcanza un nivel de mímesis con quien fuera ordenado Sir en 1996 asombroso.
Abre el disco The rose of Laura Nyro, un homenaje a la olvidada cantautora neoyorquina. Contiene éste una introducción de sintetizadores a la que se suman el piano, la batería y un solo de guitarra eléctrica. Un inicio similar al de su hito Goodbye yellow brick road, con aquel Funeral for a friend. Casi a los dos minutos, la canción se estabiliza, quedando el piano, con sonido brillante, un clásico de Elton, y la batería, con la adición de coros y las voces protagonistas. Las estrofas, curiosamente, parecen una versión ralentizada de I’m still standing. Llegados al final, se produce un cambio de tempo a la manera en que los hacía la homenajeada. Pero el plato fuerte, o, más bien, uno de ellos, llega con Little Richard’s bible. Este corte, que, sin duda, representa uno de los momentos estelares del álbum, supone un hermoso tributo a uno de los padres del rock and roll clásico. Y bajo esos parámetros, ese género se construye el tema. Comienza con unos coros y un riff de sintetizador que volverá a escucharse en varias ocasiones, para derivar, enseguida, al estilo mencionado. Es Elton sacando fuego del piano, como cuando hacía música en los años setenta. Y es que su desempeño con el instrumento es el mejor en años.
En Swing for the fences la voz principal la asume Brandi. Suenan la guitarra eléctrica, la batería y el piano. La letra, por su parte, da ánimos a un figurado receptor. Never too late es una hermosa balada a piano a cargo del británico. También se perciben unos sutiles sintetizadores adornando, si es que es preciso, la armonía tan característica del artista. En el puente se incluye una guitarra acústica. En el plano lírico, se insiste en lo que anuncia, descriptivamente, el título. You without me, de nuevo adquiere el relevo Carlile, está dedicada a la hija de la cantante. Se propone aquí el tiempo como solución a los problemas. Ella canta a media voz, doblada ésta. Los instrumentos que se escuchan son la guitarra acústica y un Rhodes tenue tocado por Elton.
La canción homónima, con la redención como tema principal, se constituye por el piano. Ambos cantan aquí, si bien la estadounidense tiene más partes solistas. El estribillo, por otro lado, está muy bien compuesto. Y es aquí donde aumenta considerablemente la intensidad. De modo que, tomada en conjunto, el juego de dinámicas es espléndido. The river man destaca por su energía. Se trata de una alegoría de las personas intensas, en la que destaca, entre todas ellas, una persona sabia a la que acuden los demás. Están presentes la guitarra acústica en la calmada intro, la batería, el bajo y la guitarra eléctrica, que ejecuta un solo. En A little light, se turnan el piano y la guitarra. Por lo que hace el primero (arreglos con cuartas, licks de blues, inversiones) sabríamos quién lo toca aun si nos ocultaran la identidad del músico. En otro orden, la lírica habla de la resiliencia y la esperanza.
Someone to belong to, es una bonita pista que habla de la importancia de compartir la vida con alguien, de las relaciones humanas, en definitiva. Comienza con una guitarra eléctrica con tremolo y batería, y, al poco, se une la voz de Elton. En el puente aparece fugazmente el piano. Finalmente, When this old world is done with me versa sobre la mortalidad y el paso del tiempo. Hay aquí dos elementos únicamente; la voz y el piano de John. Si bien en la outro oímos unos sintetizadores. En esta recapitulación destaca, además, el gran estado de forma en el que está su voz de barítono blues.
Elton John se retiró de los escenarios hace relativamente muy poco, mas no del estudio. En los últimos años, y a pesar de la pandemia, también ha estado muy activo en ese ámbito. Colaboró con Ozzy Osbourne en una emocionante composición llamada Ordinary man, realizó un disco durante el confinamiento llamado The lockdown sessions. Ahora, rodeado de un gran equipo, entre los que destaca, a la batería, el metrónomo de los Red Hot Chili Peppers, Chad Smith, ha creado este emocionante trabajo, en el que la música es una celebración y las letras no se quedan nunca atrás. Se debe subrayar, por otra parte, la humildad del londinense, que le deja en muchos momentos el protagonismo a Brandi. Este es un álbum plagado de pequeños detalles, tanto sonoros como de producción, como los fraseos de las armonías vocales tan difíciles que elaboran ambos artistas. Con Who believes in angels? el músico británico nos demuestra que sigue siendo capaz de idear buena música. Lo mismo se puede decir de su letrista, Bernie, cuyos versos sinceros complementan muy bien el trabajo de Elton. A veces eso es todo lo que hace falta.