Título original: Hermosa juventud
Año: 2014
Duración: 100 min.
País: España
Director: Jaime Rosales
Guión: Jaime Rosales
Música: Juan Gómez-Acebo
Fotografía: Pau Esteve Birba
Reparto: Ingrid García Jonsson, Carlos Rodríguez, Juanma Calderón, Inma Nieto, Fernando Barona, Torbe
Productora: Fresdeval Films
Nota: 8.5
Autor de una de las trayectorias cinematográficas más tajantes de la última década del cine español, Jaime Rosales soluciona con fiereza el dilema que planteaba la deriva de una inercia que, desde TIRO EN LA CABEZA, amenazaba con convertirlo en un autor sólo apto para ámbitos de una radicalidad expresiva extremada, drástica, excluyente. HERMOSA JUVENTUD viene a imponer un magnífico ejemplo de valentía creativa en el que confluyen de manera sosegada, cruel y fértil las características más admirables del indiscutible saber hacer del realizador barcelonés. El atolladero críptico buscado con obcecación en SUEÑO Y SILENCIO queda resuelto de modo fecundo, fluido y sin concesiones.
El film propone el acercamiento a la grave tesitura vital por la que pasa una pareja de jóvenes, Natalia y Carlos, a quienes la graves consecuencias de la crisis económica que estamos atravesando, determinantemente, les impide poder encauzar sus existencias por derroteros distintos a los de la marginalidad, la penuria, la parálisis y la ausencia de perspectivas. Los deseos de poder iniciar una vida en común se dan de bruces con la dura realidad de estar viviendo bajo techo de las respectivas casas maternas. Ella, junto a una madre que apenas dispone de solvencia para mantener a sus otros dos hermanos menores; él, junto a la suya, una mujer con evidente incapacidad física a la que debe ayudar en sus tareas personales más imprescindibles.
HERMOSA JUVENTUD asombra por lo a rajatabla que cumple con los preceptos formales que el creador de LAS HORAS DEL DÍA ha forjado, impuesto y desarrollado a lo largo de toda su filmografía y, al mismo tiempo, por cómo da la impresión, desde el principio, de que el mismo Rosales ha aprendido a que aquellos no se apoderen del discurso narrativo, a que no lo encorseten sometiéndolo al artefacto milimétrico y severo maquinado para la ocasión. La cámara se alía con la pretensión del director sin asfixiar, sin enmudecer, sin cosificar el contenido encuadrado. Los personajes y las acciones representadas no parecen encarcelados por la racionalidad ensayística con la que Rosales trata de diseccionar el contenido de la imagen. HERMOSA JUVENTUD define equilibradamente tanta frialdad expositiva como calidez emergida por cada uno de los cuatro costados del plano y, sobre todo, desde dentro de él.
De esta forma tenemos que la sabiduría realizativa de Rosales sabe apurar al máximo las posibilidades de la historia que tiene entre manos emplazando la arquitectura observativa que tan buenos resultados le dio en sus dos magníficas primeras obras.
El resultado es una película tan aviesa, dura, penetrante y turbia como aquellas, pero por la que es tolerado un resquicio de naturalidad y cercanía que golpea la retina del espectador honda y afiladamente. La tragedia cotidiana de los dos protagonistas está capturada con abrumadora sencillez, con flagelante despojamiento y con nítida prontitud. El realismo -trabajado, virtuoso, experimental- se antoja una consecuencia inaplazable y construida.
Causa un verdadero placer contemplar la solvencia de Rosales tras la cámara. Teniendo como aliada la asombrosa implicación de sus dos intérpretes principales (soberbiamente creíbles y próximos Ingrid García Jonson y Carlos Rodríguez), el autor de LA SOLEDAD vuelve a convocar una estudiada maraña de fijezas, reencuadres y aproximaciones sobre los rostros dentro del plano, mediante la cual logra exculpar a sus criaturas y a los acontecimientos observados de la más nociva tentación maniqueizante. Veracidad y complejidad acometedora (dentro de la cual hay que destacar la perfecta utilización de las nuevas tecnologías en un par de espléndidas secuencias) se dan la mano limpiamente provocando que el resultado de tan difícil dilema inicial surja una narración de hechos desnuda, efectiva, doliente, dramática, sincera y deslumbrante. Jaime Rosales con HERMOSA JUVENTUD vuelve a situarse en la primera línea de nuestra cinematografía. Quienes siempre le hemos admirado no podemos más que proclamar nuestra más ferviente enhorabuena. De momento, es la mejor película española vista este año.
