The Swell Season By Ana Lpez

Ya quedó atrás la temporada estival y con ella las camisetas, las gafas de sol y los recintos al aire libre. Ahora es tiempo de abrigos, bufandas y salas de conciertos, pero el fin es siempre el mismo: la buena música. 

Foto: Ana López para Rolling Stone

Y con más motivo aún cuando el conjunto en cuestión son los irlandeses The Swell Season, que dieron una dosis de felicidad y calidez a los afortunados que nos acercamos al teatro el lunes pasado huyendo del frío de la noche madrileña.

Cuando quedaban escasos diez minutos para el comienzo de los teloneros Marcus Doo & The Secret Family, el ambiente en la puerta del Teatro Calderón (Häagen-Dazs) era un algo caótico, ya que, según se rumoreaba, los teloneros ya habían empezado su actuación cuando la gente comenzó a entrar. Así que, mientras los espectadores nos “acomodábamos” (por decir algo) en nuestras butacas, pudimos escuchar de fondo alguno de los temas como “Secret Family”, para que veinte minutos después terminaran su actuación, a lo largo de la cual mostraron madurez y mucho talento.

swellseasonY finalmente, tras unos cuarenta minutos de espera, durante los cuales las butacas vacías terminaron de llenarse, hicieron acto de presencia Glen Hansard, Markéta Irglová y el resto de acompañantes que forman The Swell Season.

Entre aplausos y vítores comenzaron su actuación de manera contundente con “Feeling The Pull”, seguida de la preciosa “In These Arms” y “Low Rising”, todas de su último álbum Strict Joy, para después echar mano a su disco anterior con “Lies”.

La última vez que The Swell Season estuvieron en Madrid, fue en la sala Heineken donde dieron su espectáculo. Afortunadamente, el cambio ha sido a mejor, y así lo sentían los propios componentes de la banda, que estaban encantados de poder tocar en un teatro de tales características, donde “no oliese tanto a tabaco y a alcohol”, como dijo Markéta. De este modo recordaban su anterior bolo, en el cual una chica del público pudo subir al escenario para acompañar a Markéta y su guitarra tocando las castañuelas en “If you want me”. Así que preguntó si aquélla chica se encontraba en el teatro ésa noche, y así era. Beatriz subió sin dudarlo y llena de orgullo de nuevo al escenario (ya venía preparada con sus brillantes castañuelas, por si acaso) y cumplió (y muy bien) con entusiasmo e ilusión su pequeño papel en la canción, lo que sirvió como muestra de cercanía y sencillez por parte del conjunto. Con el público en el bolsillo, la cosa sólo podía ir a mejor.

Tras la calmada “Fantasy Man”, el escenario se quedó vacío, sólo con Glen y su desgastada guitarra en el medio para interpretar con desgarro y fuerza “Leave” bajo un foco de intensa luz roja, dejándonos clavados en nuestras butacas durante el que fue uno de los momentos más emocionantes de la noche.

Y así transcurrió la primera mitad del concierto, entre anécdotas, bromas y risas, acompañadas de sus preciosas canciones de folk durante las cuales los componentes de la banda iban cambiando de instrumento sin mostrar dificultad alguna. Como intermedio, tuvimos el placer de escuchar al violinista que acompañaba a la banda en solitario, deleitándonos con una antiquísima canción irlandesa, y demostrando una vez más que hay ciertos matices de un concierto que sólo se pueden apreciar en una sala en condiciones, como era el caso.

Con el conjunto al completo de nuevo sobre el escenario, y con el micrófono en las manos de Markéta, retomaron el curso del concierto con “I Have Loved You Wrong”, añadiendo a continuación una dosis de ritmo con “The Rain”, y la contundente “Revelate”, de The Frames (como era de esperar).  El público estaba entregado, las ovaciones cada vez eran más enérgicas y Glen y compañía no podían estar más cómodos. Y al fin sonaron los primeros acordes de la esperada “Falling Slowly”, precioso tema que fue ganador del Óscar a la mejor canción en 2008, en la cual las voces de Glen y Markéta no podían sonar más compenetradas.

swell_season_promoY finalmente, con “When Your Mind’s Made Up”, la banda soltó toda la energía que les quedaba y consiguió levantar a los espectadores de sus asientos. The Swell Season abandonó el escenario durante una intensa y prolongada ovación tras la cual tuvimos el placer de escuchar a Glen cantando sin enchufes “Say it to me now” al borde del escenario. El resto del bis estuvo compuesto por la emotiva “Gold” y (atención) una sublime versión del “Cucurrucucú, Paloma” interpretada por Markéta al piano llena de la delicadeza y dulzura que la caracteriza. Y por último, con el público en pie, exprimieron los últimos minutos de su actuación con una interpretación a capella de “Devil Town”, dándonos una canción que tararear para la vuelta a casa.

Y así se despidieron The Swell Season, tras hacer de la fría noche del lunes una velada irrepetible. Esperamos poder volver a verlos por nuestro país dentro de poco, y sobre todo en una sala como el Teatro Calderón, que gozó de un público tan respetuoso como acogedor y de una banda que consiguió llenar de dulzura y optimismo el comienzo de la semana.

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