Me encanta, me fascina, me entusiasma, me... me... me he quedado sin sinónimos pero lo tengo claro: el retargeting dinámico me tiene ojiplática.
Mira que lo conozco (y lo sufro) desde hace tiempo, pero cada vez que me fijo (que no siempre lo hago), en los anuncios que aparecen en mi facebook o en las páginas que visito me doy cuenta de lo que conlleva esta opción que ofrece Internet.
Lo primero que hay que saber sobre este tema: todo es culpa de las cookies. Y no de esas cookies de Starbucks con chocolate blanco y arándanos mmm... Si no de aquellos pequeños tags de información que insertamos al usuario que nos visita para que más tarde, cuando siga navegando tranquilamente por la red, hagamos ¡zas! y le aparezca un banner con publicidad de nuestros servicios/productos/lo que sea que ofrezcamos. Porque la función de la publicidad es generar necesidades y ya de ahí derivará en intención de compra, que todos queremos sacar rentabilidad claro está, pero lo primero es ese clic que motiva la compra.
Si hablamos de retargeting dinámico, no podemos evitar hablar de la compra de viajes por Internet. Yo, como fanática total de los viajes por todo el mundo (la mayoría de las veces desde el sofá, qué vamos a hacerle), no hay día que no visite una página para ver qué ofertas me ofrecen. He estado tan obsesionada con viajar a Berlín, que cuando abría los buscadores ya me aparecía directamente Madrid-Berlín y las fechas que me interesaban. No me digáis que no es práctico! Y funciona... Ya os digo que funciona! Porque, como ya os he dicho, soy fanática de los viajes y me van dando arrebatos de sitios que quiero visitar, sobre todo después de una cena con amigos que han vuelto o que se van de viaje. Pero entonces, abro la página de skyscanner, atrapalo, rumbo... las que conocéis vamos, y ahí aparece el ¡Zas! Madrid-Berlín y digo para mi misma: "a ver sara, que si, que fulanito acaba de volver de Estambul, pero que es verdad que tu ya habías decidido que el siguiente destino era Berlín". Y ahí que sigo yo con mi búsqueda a la capital alemana.
Esto es un arma de doble filo porque claro, con el tema de las cookies... Nos tienen cogida la medida y una vez que entras un par de veces para buscar un vuelo, la siguiente vez es posible que te lo hayan puesto más caro. Claro está que con borrar las cookies lo arreglas, pero los precios online son tan variables que nunca se sabe...
Total que volviendo al retargeting que, por cierto, hace unos años esta técnica no era nada práctica pero pasó a ser retargeting dinamico personalizado (y todo lo personalizado triunfa más, somos muy individualistas para compartir demasiado), si que tenemos que tener en cuenta varias cosas:
- Las cookies suelen tener una validez media de 30 días, aunque la mayoría de las páginas las visitamos más de una vez al mes.
- A veces los anuncios resultan pesados, sobre todo si tienen una frecuencia superior a 3. En palabras comunes, si el mismo anuncio te aparece más de tres veces puede conseguir el efecto contrario al ¡Zas! que es saturación.
- Si piensas usarlo, ten en cuenta que Internet nos comportamos de manera rara y es posible que estés sirviendo impactos a usuarios que no se interesan nada por lo que ofreces.
Habría mucho más que contar sobre el tema pero, quedaos con esto: cuando alguien un día saque el tema de que cuando entra a mirar tal o cual marca, esta misma marca luego parece que le persigue por toda la red y que estamos vigilados y paranoias varias que nos entran con estas cosas podéis decirle: ah sí! no te preocupes, eso es por el retargeting dinámico! Y le sueltas el rollo.
Porque ¡qué queréis que os diga! Sienta genial hablar de un tema que no todos conocen... ¡Hay que dar un capricho de vez en cuando a la autoestima!
Y, mientras que os sale la oportunidad de presumir... Conéctate a Sara!
