Sección: BERLINALE SPECIAL
Dirección: Anna Muylaert
Nota: 5
Aumenta el escarnio. La dureza de ser mujer en emplazamientos donde la carestía y la merma de dignas condiciones de vida reportan oneroso envilecimiento a esa ya de por si inasumible habitualidad habitualidad aumenta la dificultad en el empeño de meramente sobrevivir. La realizadora carioca Anna Muylaert se inmiscuye en esta problemática proponiendo una ficción sobrellevada de modo omnipresente por Gal, una acorralada recogedora de cartón, que se esfuerza con denuedo por sacar adelante a sus dos hijos pequeños, arrastrando con sus brazos un gran carro por los barrios de São Paulo.
Gal, pronto lo intuimos, se lucha por sus hijos y algo más. Los moratones y las lesiones en su rostro delatan que su marido la maltrata. El film arranca cuando ella decide coger a Rihanna y a Benin, sus dos pequeños, y huir a la calle de modo definitivo. Gal ha decidido la fuga hacia lo incierto para escapar a la humillación largo tiempo de su bebedora, violenta pareja.
Muylaert organiza una adhesiva persecución sobre el rostro, la figura, la nerviosa fortaleza de su protagonista. Su cámara se convierte en testigo arrastrado de su tremenda encrucijada. Casi se diría que posee el prieto posicionamiento del material recogido que, apretujado en el carro, junto a sus dos vástagos, ella conduce hasta el centro de reciclaje en el que le pagan a peso lo que ha conseguido reunir.
Pese a la apariencia de relato extremadamente duro en el desempeño de su preclara voluntad denunciativa, la contemplación del film aprovecha como elemento matizador de esa aspereza continua la presencia de los dos hijos de Gal. La promesa de esta de llevarlos algún día a ver un partido de fútbol del Corinthians vierte un respiro ilusionativo, esperanzador, jugado con precisa puntualidad.
Con todo, el film sucumbe a la escasez del desarrollo dramático con el que está despachado el urgente planteamiento inicial. La lógica histeria bregativa que caracteriza el comportamiento del personaje central impregna de un nerviosismo observador demasiado explícito. El relato se supedita a la descripción continuada de ese estado de desesperación sin proponer aledaños argumentales sólidos. Uno de ellos, sin duda, una deriva conclusiva no bien justificada.