YU

Sección: OFICIAL

Dirección: Ameer Fakher Eldin

Nota: 1.5

Segundo film del realizador ucraniano, de padres sirios, Ameer Fakher Eldin, lamentablemente no podemos convenir que esta producción logre, ni de lejos, estar a la altura de la presunta solemnidad, de la áspera densidad existencial desde la que cree estar invocada. Semejante indigestión de angustia entrecortada y fraudulenta, tamaño caudal de barro mental a cansino granel, no vale ni como ibuprofeno ingerido a falta de caramelo Pictolín. Verla da ganas de chutarse valeriana Starlux.

La película amaga con ser  introspección de una parálisis emocional, de una crisis con resultado de inatajable, espasmódica ansiedad con muchos ataques. Los padece Munir, un escritor sumido en un extremado vacío creativo y vital. Una extraña ensoñación con bella pastora callada y con pastor muy feo (que no quiere hacer otra cosa que no sea callar) se apodera de él tras hablar por teléfono con su anciana y desmemoriada madre. De resultas, Munir se quiere pegar un tiro. Para ello, se va a un hipnótico paraje marino, solitario, de marcada provocación ascética. Allí se aloja en el hostal de una vieja lugareña que le intuye el malestar.

El film trata de describir el insinuado proceso de comunión emocional que se establece entre este hombre vaciado y la hipnótica serenidad encharcada que propone el fascinante paisaje isleño nordeuropeo de Schleswig Holstein. Su problema es que no lo consigue jamás. El guión no cruza nunca la línea del planteamiento de la situación central. Toda vez que el protagonista llega a su destino suicidador, el film se abandona a una contemplación pretenciosa, iterada, alicaída, morosa y, lo peor de todo, con unos aires de trascendencia rescatadora sencillamente insufribles.

Todo hace temer que el realizador trata se situar su empresa al rebufo de la inabarcable solvencia escrutadora para el drama que posee el maestro Nuri Bilge Ceylan. Digamos que se le parece como Melody a María Callas. YUNAN acaba por obligar al espectador a desear que la película nunca hubiera debido de desaprovechar la idea de plantearse la disección de un suicidio en un prólogo.

Publica tu comentario en Facebook

 

Tag Cloud