Someday Tell Each Other Everything 1

Título: SOMEDAY WE' LL TELL EACH OTHER EVERYTHING

Año: 2023

Duración: 129 min.

País: Alemania

Dirección: Emily Atef

Guion: Emily Atef, Daniela Krien

Reparto: Marlene Burow, Felix Kramer, Cedric Eich

Música: Christoph Kaiser, Julian Maas

Fotografía: Armin Dierolf

Sección: Oficial

Nota: 1

COMETARIO CRÍTICO:

Uno creía que los tiempos en los que la única excusa para ver un film fuera que la Cantudo enseñara la cancillería, o que Bárbara Rey hiciera lo propio con su Corona, ya estaban allá donde Cristo aún pensaba que Judas era mudo, pero no. El nuevo cine alemán ha decidido rescatar el cine solo autorizado para mayores de 18 años. Aquí una puesta al día de Corín Tellado, con guión y tuneo modernizador de Chenoa, pensando en la época que tenía operación y mucho triunfo con Bisbal. Un Best Seller Barbara Steele con lujuria de laca Nelly. En definitiva, un espanto de Lepanto impropio de los tiempos que corren (sin reflexivo). La cosa va de moza que vive en casa de los padres agricultores de su novio. Ella quiere mucho a su churry y el churry quiere estudiar Bellas Artes, pues le gusta mucho la fotografía. La moza, de pronto, se encandila con el granjero vecino de la casa de los suegros, que le saca veinte años largos. Le da lo mismo, porque el granjero, que tiene caballos (entiéndase la sutilidad de la cosa de montar y cabalgar) le canta "Mi Jaca galopa y corta el viento" mucho mejor que el fotógrafo. El granjero no tiene cámara pero sí Pollaroid. Y ya no hay más. Ella va y vuelve a casa del vecino sin que allí nadie se dé cuenta ni se extrañe. El guión cuida la credibilidad de la situación igual que Froilán de todos los Santos la caja de valerianas de su madre. El fotógrafo no es más tonto porque no se entrena con chanclas para una maratón. Romanticismo y naftalina subidos de tono y bajados de tino. Risto Mejide podría pedir derechos de autor, porque ha pasado por el mismo calentón de edades imposibles de compenetrar más allá de la primera penetración. Un bolero de Armando Manzanero cantado por Bertín Osborne. Un melodrama romántico tan parecido a uno de Douglas Sirk como Lana Turner a Mario Vaquerizo. De pena, penita, pena. Y pena la de mi corazón por haberla visto.

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