La segunda jornada del festival era, sin duda, la más esperada para los “lowers”, pues acogió a los artistas de mayor peso del evento.
Tras las actuaciones de Miss Caffeina y Delafé y Las Flores Azules, llega el turno de Belle and Sebastian. Es la primera vez que los escoceses visitan el LowCostFestival, y lo hacen con míticos temas como I’m a Cuckoo, con el que iniciaron su show, I Want The World To Stop, Sleep The Clock Around o The Boy With The Arab Strap. En dos ocasiones, el vocalista de la banda baja al foso, se acerca a las primeras filas y se lleva con él hasta a 9 fans al gran escenario Budweiser. Los afortunados elegidos no pararon de cantar, bailar y animar al público durante varios temas. Importante destacar que todos los himnos de esta banda fueron recibidos afectuosamente por los asistentes, fomentando la creación de un clima de buen rollo al que ya nos tienen acostumbrados.
A continuación, da comienzo el único concierto en festivales nacionales en 2013 de una de las bandas más reconocidas en el panorama musical internacional: Portishead. Para muchos, una de las principales razones por las que asistir al festival y causa por la que se colgaran los carteles de “sold out” en las taquillas para ese día desde horas tempranas. Para otros tantos, la música que hace este grupo inglés tan solo es un sonido que se asemeja bastante a una tarde lluviosa de domingo. Su estilo indefinido y característico no da gran juego al baile y a la interacción con el público, que fue prácticamente nula, excepto al final, cuando la líder de la banda bajó del escenario para saludar sus fans. Sean cuales fueran las razones de cada uno, 25.000 personas poblaron la Ciudad Deportiva Guillermo Amor el sábado noche con motivo de este concierto. Durante más de 85 minutos el público se entregó a la música “electro-agónica” de Beth Gibbons y los suyos, que interpretaron los temas Silence, It Could Be Sweet, Roads, Glory Box, Only You, Wandering Star y Half Way Closing, entre otros. Puro sonido Bristol, TRip noventero actualizado. En fin, para gustos, Portishead.
Toman el relevo Dorian en el escenario Energy Sistem. Los barceloneses actuaron por segunda vez en Benidorm, reconociendo que aquel era uno de los conciertos más especiales de su gira de este año. Empezaron interpretando el tema El Sueño Eterno, con el que dieron comienzo a la presentación de su nuevo trabajo, La Velocidad del Vacío (2013). Una sinfonía envolvente de luces y sonidos que hicieron vibrar a los allí presentes de manera instantánea. Temblor, Paraísos Artificiales, La Mañana Herida y Veleros fueron algunos de los otros temas elegidos por el grupo de Marc Gili.
Con los primeros acordes de Tormenta de Arena el protagonismo pasó a los fans, que entonaron al unísono la letra de esta sentimental canción. Como imagen a destacar, la de miles de manos alzadas formando corazones en el aire.
Dorian se despidió con Los Amigos Que Perdí, single de su último álbum, poniendo punto y final a una actuación impecable.
Ahora hablemos de drogas, como por ejemplo, las que se tomó el público que asistió al festival para ver a Crystal Castles. El dúo formado por Ethan Kath y Alice Glass llevó a cabo su única actuación en festivales de nuestro país. Su trabajo es una mezcla de punk con música electrónica y experimental. Es difícil describir las sensaciones que esta extraña pareja provoca con su música, que oscilan entre las ganas de vivir la vida al máximo, con el convencimiento de que puedes hacer cualquier cosa que te propongas y la sensación de hipnotismo provocado por su sonido psicodélico que se asemeja al de un videojuego. Esta banda nos deleitó con temas sobretodo de su último disco III (2012) como Hunting For Witches, Crimewave, Alice Practice y, por supuesto, el tema más esperado de todos, de su disco Crystal Castles (2008) Untrust Us, cuya letra incluye las palabras “la cocaína no es buena para tu salud”, paradojas de la vida. Como broche final al concierto, la cantante Alice Glass se dio un baño de masas que revolucionó al público.
A las 3:30 a.m. da comienzo el espectáculo de Monarchy. Su escenografía tenía un toque futurista, motivo por el cual el estilismo del grupo y sobretodo el del cantante Andrew Armstrong seguía esta línea, además, haciendo un guiño al Fantasma de La Ópera: americana con alas cual murciélago, pantalones metalizados y faz pintada de blanco. Inauguraron su espectáculo con Love Get Out Of My Way, y continuaron con otros muchos éxitos de su álbum Around The Sun (2011) como son Won’t Let You Go, Maybe I’m Crazy y The Phoenix Alive. Además de sus propios trabajos, nos ofrecieron peculiares versiones de los temas Born to Die de Lana del Rey y Lithium, uno de los clasicazos de Nirvana.
Tras tocar la que iba a ser su canción final, el público aclamó durante varios minutos un último tema antes de que se apagaran las luces del escenario. Con la llamada incesante del público (al grito de Lolololo-lololo), los artistas volvieron a aparecer con, ahora sí, el último tema, dieron cierre a la noche del sábado.