Cita con la música en Sevilla de la mano de su festival más importante en cuanto a propuesta y duración. Territorios cierra una edición accidentada.
Con el anuncio de la no celebración de los territorios digitales o Territorios in edit. por falta de presupuesto, y el baile de fechas y grupos que hemos tenido hacía presagiar un descoloque en el público, nada más lejos de la realidad, tanto Territorios en la noche del viernes como el concierto de presentación de Eli Paperboy registraron sonoras afluencias de público.
En el cartel del viernes destacaba la presencia de Tindersticks un grupo que basa su encanto en una voz única y una instrumentación masiva que si las condiciones lo permiten consigue sumergirte en una marea de sensaciones, calor y frío al mismo mientras desgranan canciones de su “Falling Down A Montain”, su último largo, especial mención a “Keep you beautiful”.
Sin lugar a dudas, el escenario que más nos hace disfrutar de los artistas es el CAAC, ya que cuenta con una parte en la que puedes descansar tranquilamente sentado en el césped, mientras escuchas a los grupos. Lugar a demás donde se celebra el Nocturama que pronto dará señales de vida.
Y allí fuimos a ver a Maika Makowsky, la mallorquina salió al escenario a recordarnos que siempre tendrá algo de andaluza y se encargó de demostrarlo representando su último disco “Maika Makovsky”. El público se entregó por completo cuando nos gorgojeaba la letra de “Friends”, nos estremecía con “Lava Love” y “Game od Dose”. Antes de la llamada espacial pasamos a ver el grupo que jugaba en casa Pony Bravo, exprimieron su discazo “si bajo de espalda no me da miedo y otras historias” en una exhibición de conexión con el público y un sonido maravilloso, “I can see” hizo que muchos que no conocían este rollo del grupo quemaran la pista.
Aunque el momento de la noche llegaba con la salida al escenario de Los Planetas y su “llave del Oro”. El concierto quedó dividido en dos partes perfectamente definidas, la primera la mal llamada parte flamenca donde escuchamos un repertorio basado en sus dos últimos trabajos de estudio. Y así supusimos que sonaban “entre las flores del campo” o escuchamos de manera impecable “señora de las alturas”, o “La reja” en un despliegue cargado de imágenes santas en pantallas y que se hace cada vez más infumable, sorprende y mucho que este repertorio no tengan espacio para "sol y sombra" y si canciones como "si me diste la espalda" La segunda fue la demostración de lo que son los planetas, una leyenda sobre el escenario y una delicia en el estudio, momentos en los que no dimos para respirar de tanta emoción, “el artista madridista”, “segundo premio” “devuélveme la pasta” y muchos más clásicos para dar paso al bis con “canción del fin del mundo” y "Pesadilla en el parque de atracciones” los Planetas cuando quieren son "lo más grande".
Tras un descanso planetario llega el momento de Nudozurdo, que arrancan con una intro instrumental “mil espejos”, para animar al asistente, y sin duda lo consiguen. Interpretan temas de su último álbum, aunque no se dejan en el tintero algunas anteriores como “Negativo” o “el hijo de Dios”. Nos encanta cómo combinan los acordes de los diferentes instrumentos y la mezcla de voces que nos ofrecen.
En el escenario Cruzcampo y mientras tenía lugar el final de Los Planetas pudimos ver la actuación de New Young Pony Club. Este grupo londinense de dance-rock supo poner la intensidad y el baile que falto en otros escenarios. Con la presentación de su nuevo disco The Optimist (2010) y sin olvidar el anterior Fantastic Playroom (2007), nos hicieron movernos a ritmos de canciones como We Want to, Lost a Girl o The Bomb.
El último bocado del escenario pequeño lo dirigía Vinila Bon Vismark & The Luky Dados y curiosamente nos pilló sentados tranquilamente sobre la alfombra de césped que integra el escenario, y como nos prometía la organización tardamos cero con dos en vernos dando saltos a golpe de Rock and Roll. La madrileña no paró de recorrerse el escenario en todo el concierto, con su “Evil Circus”, o “Where´s my Sugar”, como si de un huracán se tratara. Avanzó el concierto interpretando algunos temas más melódicos como “I´ll Rob your Soul” o “Run away” y finalizó demostrando nuevamente que es capaz de compaginar su música con una gran puesta en escena.
El cierre de esta noche lo dieron Rinocerose ataviados con túnicas en un espectáculo visual digno de mención para ser un festival, “Bitch” fue el máximo de una fórmula resultona para cerrar cualquier guateque.
Es de agradecer que se siga luchando por propuestas como Territorios en la ciudad de Sevilla, y es que estos eventos cada vez escasean más por aquí, una organización como siempre perfecta, a pesar del famoso "cuello de botella" del escenario cruzcampo, y de nuevo un sonido y un precio que roza lo perfecto. El año que viene que siga la fiesta, y que no coincida con el Primavera Sound.