Por fortuna, el jurado presidido por la actriz francesa Juliette Binoche ha demostrado muchísimo más tino que la mayoría de sus predecesores. Ahí está, sin ir más lejos, la barbaridad cometida por el Jurado Internacional que el año pasado premió a la horrenda producción rumana, TOUCH ME NOT, de Adina Pintilie. Y no es que lo tuviera fácil el grupo de elegidos para confeccionar el Palmarés de una edición 2019 morrocotudamente decepcionante. Quedando patente la premisa de la baja calidad del género entre el que tenían que confeccionar un listado de premios mínimamente decente, la verdad es que la Binoche y sus compañeros han dado a conocer un resultado final bastante satisfactorio. Es éste.
Oso de Oro a la Mejor Película: SYNONYMES, de Nadav Lapid. Irreprochable. No es una película redonda, pero, seguramente era la que más riesgo había expuesto en su concretacion. El realizador israelí sale bastante indemne de una auténtica bomba de relojería intencional y estilística. El film supone un giro creativo muy considerable con respecto a su aclamada obra anterior, THE KINDERDARTEN TEACHER, y en todo momento se evidencia que no ha querido evitar ni uno solo de los lodazales emocionales que exige la observación adherente a un ser profundamente desubicado como es el exmilitar israelí, recién llegado a París a resetear por completo su vida, que centra omnipresentemente el peso del obsesivo relato.
Gran Premio del Jurado: GRACIAS A DIOS, de François Ozon. (No la hemos podido visionar)
Oso de Plata a la Mejor Dirección: Angela Schanelec, por I WAS AT HOME, BUT. Un destarifo. Es el galardón, a nuestro parecer, más desatinado. La película de Shanelec es un auténtico compendio de irritación autoral, basada en una gratuita, destemplada y pueril concatenación de escenas, desangeladamente empeñadas en quebrar el relato y las expectativas del espectador, tratando de evidenciar la descomposición interrelacional que padece una familia en la que ha fallecido el padre. Shalenec va de profunda con causa, pero parece mucho más una engreída principiante con voluntad de epatar a base de romper el rompecabezas.
Premio Alfred Bauer: 'System Crasher', de Nora Fingscheidt. (No la hemos podido visionar)
Oso de Plata a la Mejor Actriz y Oso de Plata al mejor Actor: a Yong Mei y a Wang Jingchun, por SO LONG, MY SON. Excepcional. Gran acierto que los dos intérpretes protagonistas de la película dirigida admirablemente por Wang Shiaoshuai se alcen con este reconocimiento. Su trabajo es sencillamente prodigioso. Una virtuosa orfebrería actoral. Ellos son la causa principal de que el desarrollo dramático de la historia del film no exhiba una esencia folletinesca peligrosamente reductora, que podría haberse manifestado con otra dirección y, sobre todo, con un ejercicio actoral tan prudente, escueto y ferazmente sincero como el que estos dos grandes actores entregan.
Oso de Plata al Mejor Guion: LA PARANZA DEI BAMBINI, escrito por Maurizio Braucci, Claudio Giovannesi y Roberto Saviano. Aunque los guiones de SO LONG, MY SON o de SYNONIMES sean más complejos y exigentes que el de la película de Claudio Giovanesi, no nos parece mal que se haya reconocido la astuta ligereza juvenil que privilegia el texto escrito sobre el que el realizador italiano ha construido un agilísimo acercamiento a la mafia adolescente napolitana.
Oso de Plata a la Contribución Artística: OUT STEALING HORSES, por la fotografía de Rasmus Videbæk. (No la hemos podido visionar)