Un año más se han dado cita en la capital castellonense los amantes de la música en directo única, personal y sobretodo independiente, con la celebración del que ya es el festival de invierno por excelencia, el Tanned Tin.
Foto María Sales Navarro
Con más de una década de experiencia, este festival ofrece un formato único a su público incondicional contando en sus carteles con promesas de la escena independiente y artistas ya consolidados.
Foto: María Sales Navarro (Nick Garrie@TannedTin)
Lo que hace de este festival algo único e imprescindible es el ambiente que se consigue con la combinación de estos artistas, el escenario del teatro principal de Castellón y un público abierto y entregado, con ganas de disfrutar de la música en vivo. El teatro resulta ser una sala acogedora y cómoda para el público más exigente, por su cercanía a los artistas, por su calidez, por su acústica o simplemente porque en este festival se consigue lo imposible en los festivales normales, silencio entre el público durante las actuaciones.
Bajo el punto de vista de la que os escribe estas líneas, es un festival al que habría que acudir por lo menos una vez en la vida. Realmente consiguen que vivas la música de un modo completamente distinto.
Foto: María Sales Navarro (The Clientele@TannedTin)
Las actuaciones del jueves crearon una atmosfera tranquila y propicia para un jueves por la noche, que muchos iniciábamos seguido a un largo día de trabajo. La voz sobria del cantante de El Hijo consiguió crear un ambiente casi mágico con una actuación que se compenetró con público y escenario a la perfección. Seguidos de la despedida de The Clientele que dejaron de manera indefinida los escenarios tras una última actuación emotiva e impecable. Después tuvimos la primera cita con Thurston Moore que salió al escenario solo con su guitarra de doce cuerdas y un sonido al que no me tenía acostumbrada. Un genial aperitivo de lo que veríamos al día siguiente.
Foto: María Sales Navarro (Thurston Moore@TannedTin)
El viernes al subir Shogun Kunotoki al escenario el teatro se oscureció por completo salvo por una bombilla colocada en el centro del escenario, cuya luz oscilaba con la música de los sintetizadores. En esta penumbra el cuarteto finlandés hizo que la gente cayera en trance gracias a su electrónica experimental. Sus canciones se van entrelazando la una con la otra logrando cumplir lo que prometieron, humanizar la electrónica.
Mas tarde le tocaba el turno de repetir a un grupo que estuvo presente en la edición del festival que se llevo acabo en el 2007 y que entro al cartel como remplazo de Blaine Reininger.
Foto: María Sales Navarro (Wildbirds & Peacedrums@TannedTin)
Wildbirds & Peacedrums son un dúo de Estocolmo formado por un batería, Andreas Werliin, y Mariam Wallentin que provee la voz a la vez que acompaña algunas de las canciones con una marimba. Su folk-blues fue uno de los éxitos de la noche. Los ritmos tribales así como la emotividad de sus canciones ganaron enteros con el publico. Llegándoseles a ver muy a gusto en el escenario, tanto que la cantante se atrevió a cantar a capella parte de las canciones.
Para cerrar la noche del viernes quedaba la actuación de uno de los cabezas de cartel, el Sonic Youth, Thurston Moore. Habiendo la noche anterior recitado poemas y mostrado su lado mas Folk decidió dedicar a la noche a una propuesta mas arriesgada. Los espectadores no podían hacer otra cosa que preguntarse si estaba en busca de un sonido o si simplemente quería torturar su guitarra y ver lo que obtenía. Thurston rasgo y araño su guitarra eléctrica de todas las formas posibles. Cerca de la mitad de la actuación el conjunto noruego de Jazz experimental, Huntsville, subió al escenario y decidió unirse al recital de ruido e improvisación. Cuando la duración de esta amalgama de música sobrepasaba la hora concluyeron la actuación sin tocar ninguna de las canciones del grupo Noruego.
Foto: María Sales Navarro ( Peter Stampfel@TannedTin)
Para destacar del sábado fue la actuación de Jeffrey Lewis quien preparo una sesión llena de colaboraciones y covers de Peter Stampfel. El mismo Stampfel que lleva casi 50 años en activo le acompaño en el escenario ya fuese con un violín o un banjo. Juntos demostraron ser los mas freaks del weird folk, narrando comics de creación propia o cantando odas al arte de coleccionar chapas de refrescos.
Mas tarde vinieron Xiu Xiu. Los cuales tocaron versiones crudas de las canciones de su ultimo disco. En su actuación no dudaron en usar instrumentos atípicos para ayudarles a conseguir su sonido particular como pudieron ser silbatos.
Foto: María Sales Navarro ( Xiu Xiu@TannedTin)
La noche del sábado y las actuaciones del Teatro la cerraron Faust. Quienes literalmente hicieron saltar chispas cuando atacaron los trozos metálicos que usan para las percusiones con un taladro eléctrico. El grupo de Kraut rock alemán que celebra su 40 aniversario con el lanzamiento de un nuevo disco se mostró sin uno de sus dos miembros fundadores Herve Peron. Pero sin embargo su ausencia no se noto en exceso gracias a la presencia de el otro miembro fundador Zappi Diermaier o el nuevo miembro James Johnston de Gallon Drunk. Citándome diré que "es un festival al que habría que acudir por lo menos una vez en la vida. Realmente consiguen que vivas la música de un modo completamente distinto"