Como ya adelantábamos en la “fiesta de presentación Granapop”, la gran cita no decepcionó a nadie, y sin duda alguna el público disfrutó compartiendo una gran noche con los grupos invitados a este Festival Benéfico.
Foto: Salvador Serrano (Studio 71)
A nuestra entrada a la Industrial Copera, nos llamó la atención la buena organización, que sin duda denotaba un exquisito trato tanto con la prensa como con los participantes en el escenario.
Antes de pasar a comentar el evento musical como tal, no podemos dejar de agradecer a todo el mundo que participó en este festival benéfico, en el que todos trabajaron sin ánimo de lucro para la fundación APINME, comenzando por la sala, que sin duda merece nuestra más sincera enhorabuena, como los artistas invitados y la organización. Ojalá podamos hablar muchos años de eventos de este tipo.
Foto: Salvador Serrano (Studio 71)
Con un aforo medio de la Sala, comienzan a sonar los primeros de la noche, “Laberintho B”, arrancamos a las 21.15 y salen a escena Víctor, Nono, Sergio y David. Lástima que el tiempo que están en escena es tan corto y sólo podemos escuchar algo de “La visión del Francotirador” su segundo LP.
Con rápidos cambios en el escenario, saltan a la palestra “Billy The Kid”. Estos Granadinos con destellos rockeros, nos recuerdan en sus acordes a 091, arrancan con gran fuerza, y tras un par de canciones, tocan una de las canciones que más nos gusta de este grupo “entre delirios y alcohol”. Anécdota el homenaje que hacen a Súper Mario Bros.
Foto: Salvador Serrano (Studio 71)
Seguidamente “Plastic Frostik Machine”, que nos sorprenden gratamente, con un sonido espectacular, nos quedamos flipados con la calidad de la guitarra. El cantar en inglés es una apuesta arriesgada, sin embargo en este caso no cabe lugar a dudas de que es un acierto. Toques Indie con temas que recuerdan a Placebo, pero con una voz nada estereotipada. Tras varios temas se despiden con “Baby don’t hurt me” de la película “At night at the Roxbury (Movida en el Roxbury), con un acompañamiento femenino que termina de conquistarnos completamente.
Tras una pequeña pausa, y con el típico refrigerio Granadino, llegan “Los esclavos”, que demuestran que llevan unos cuantos años rodando por los escenarios. Aunque no podemos negar que tenemos cierta debilidad por las guitarras, parece noche de derroche de cuerdas, un diez a los dedos que hacen vibrar las cuerdas que adornan las canciones de esta formación. En breve nos regalarán su segundo disco, como ellos mismos nos comentaban. Aunque les pondremos un punto negativo por no tocar “El cromo del 7”, tema que debería ser obligatorio para ellos, y para cualquier amante del fútbol.
Foto: Salvador Serrano (Studio 71)
Como colofón a una gran noche de solidaridad, todos los grupos regalaban alguno de sus discos a los asistentes. Rondaba la media noche cuando apareció “Ana Lógica” que apuestan en su primera canción por una instrumental, y derrochando Rock comentan que todas sus canciones son de perdedores, curiosa metáfora, No obstante con “Pusilánime”, dejan claro qué tipo de música es la que les define.
Tomando una copa comenzamos a escuchar algo nuevo y que nunca antes habíamos tenido el placer de disfrutar, eran “Fiona May”, de Molvízar nada más y nada menos, Manolo, José, Javier y Juan, y nos dejan anonadados, se nota un gran trabajo detrás de este grupo, muchas horas de ensayo que consiguen que todos se compenetren a la perfección, haciendo que sus guitarras americanas suenen deliciosas.
Foto: Salvador Serrano (Studio 71)
Pasadas las una de la madrugada comienza su concierto Antonio Arias, junto a Victor y David Lapido, qué contar de alguien que se ha ganado a un público totalmente entregado, que tararean sus canciones y que sin duda han venido a escucharlo. Consigue que la Industrial Copera casi llegue a llenarse, y transmiten una fuerza en el escenario arrolladora… Uno de los de siempre. El sonido impecable. El concierto como todos tuvo una nota negativa, que fue no poder disfrutar de ninguno de los temas que forman el Multiverso de Arias aunque tendré que romper una lanza a favor de Don Antonio y es que no era lo que más necesitaba el público, así que el repertorio giró en torno a Lagartija Nick, que siendo sinceros tampoco nos vamos a quejar.
Foto: Salvador Serrano (Studio 71)
Pablo G, no faltó a la cita con la solidaridad como ya hiciera en la fiesta de presentación del mismo, y desgranó todo su repertorio con olor añejo, y es que los genes buenos siempre prevalecen, Pablo G hizo notar su extensa experiencia con músicos de la talla de Antonio Arias, y es que este trotamundos musical parece "Haber aprendido la lección" como reza su tema La solución.
Foto: Salvador Serrano (Studio 71)
Como guinda al festival, apareció en escena Toulouse, que pusieron toda la carne en el asador para intentar animar a los escasos espectadores que aguantaron hasta el final. Todos los que abandonaron la sala se perdieron un buen espectáculo por parte de los granadinos que se estrenaban en directo después de la grabación de su último EP “Tras el telón” que verá la luz en 2011. Abrieron con “A oscuras” y “La máquina de helados” los temas más conocidos entre el público, que tímidamente se acercó hacia el escenario para arropar a la banda. Después de “De piedra” la banda demostró con “Todo cambia”, que su nuevo trabajo no solamente suena bien en estudio, sino que en directo gana enteros y dará mucho que hablar. La ausencia de Coco, en el extranjero hasta final de año, hizo que Josen pusiese la voz a “El baile de disfraces” justo antes de presentar al público un tema inédito, “El pequeño corazón”. Para terminar, “La mala conciencia” y “ Punto de partida”, dos temas que no pudimos escuchar del todo bien por algún problema en la microfonía, cosa que más de una vez sucede cuando acudes a un concierto en la Copera.
Destacar el salto cualitativo a nivel instrumental de esta banda después de girar con las Jack sessions junto a Lori Meyers y renovar al completo su backline. Esperamos que sigan con esta progresión. El cierre de la fiesta corrió a cargo de Djs Flique La Mobe y Echo Motorway, que además amenizaban los cambios de grupos a golpe de buenos temas, así pudimos escuchar desde Phoenix hasta Arcade Fire, en lo que suponía una gran ayuda para evitar que la fiesta parase un solo momento.
Sin duda alguna un gran festival con una organización inmejorable, geniales grupos, una sala de lujo y un público que no paró de disfrutar de una noche memorable. Sin duda nos veremos en la próxima edición.
