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Sección: PANORAMA 

Nota: 8 

Dirección: Antonella Sudasassi Furniss

 

Líneas valorativas: 

Tras la habitable capacidad para la captura del detalle concreto y hacerlo significar sin obsesión, subrayado ni estridencia, acreditado por Antonella Sudassasi Furnis en ese sensible debut titulado EL DESPERTAR DE LAS HORMIGAS, nos llega cinco años después su segundo trabajo. En él ahonda en esta facultad referida, llevándola hasta el extremo de convertirla en espejo pormenorizado en el que se mira todo el film.

 

MEMORIAS DE UN CUERPO QUE ARDE hace virtud de una negación y, sobre todo, de evidenciar este contratiempo. Iba a ser un documental centrado en las declaraciones de tres mujeres de más de setenta años. Tres vidas distintas, tres vidas acatadoras de los mismos yugos establecidos (y por lo tanto paralelas, casi intercambiables), más tres vidas finalmente liberadas de la esclavitud de esa rémora insoslayable de ser mujer con la vida escrita sin permiso. El problema que asaltó al proyecto es la negativa de las tres a salir delante de una cámara. Sudassasi Farnis decide entonces darle un vuelco formal radicalmente opuesto al previsto: mantener los testimonios grabados, sus voces confesoras, pero ficcionalizar los hechos relatados utilizando actrices.

 

El film viene definido por varios protocolos retóricos: uno, utilizar las tres voces; dos, disponer sus intervenciones de modo que la concreción en pantalla simule ser la de un solo personaje (evidenciando ese patrón existencial obligatorio de cumplir en la realidad durante generaciones); tres, a que todos los sucesos referidos, todas las revelaciones expuestas sean escenificados sin salir de la misma casa. Semejante sinergia entre la individualidad y el patrón cumplido, semejante juego de memorias pretéritas y posicionamientos presentes, están resueltas con una gracilidad, una sorpresa y un tino minuciosamente sincero. Pese a la acumulación de tópicos, la escenificación rezuma personalidad, desenfado, rigor novedoso. El tópico deja de serlo porque queda ungido como variante recoveco de un hogar que es cárcel, escenario y cómplice de liberación. Palabra, imagen y presente en calma confluyen en este film que hace del tiempo su verdadero aliado. Su tiempo femenino y muy singular. 

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